La inversión en eficiencia energética es una opción que muchas empresas han encontrado para gastar menos y aumentar la competitividad en el mercado. Las altas tarifas de energía en Brasil han llevado a las empresas a buscar alternativas para reducir el consumo de electricidad, optimizar los procesos y reducir los costos. Según los datos de Eletrobrás, 42% de la electricidad es consumida por la industria y los motores eléctricos corresponden a 70% de este consumo.
Con el fin de reducir las pérdidas de energía, Embraco, uno de los mayores fabricantes del mundo de compresores herméticos para refrigeración, buscó a WEG para un diagnóstico de la eficiencia energética en su línea de unidad de mecanizado en la ciudad de Joinville. El Sr. Ricardo Samistraro, experto en procesos eléctricos y líder del Pilar Energía de Embraco explica lo que le llevó a buscar WEG: "Además de ser una referencia en productos con índices de alta eficiencia energética, WEG tiene un equipo de ingenieros de aplicaciones con gran experiencia, que ayudan a identificar oportunidades, pérdida de energía y proveer apoyo durante las fases de ejecución del proyecto."
Con el diagnóstico realizado por WEG, se observó que los motores de la central de aceite, responsables del bombeo de aceite a las fresadoras, consumen mucho más energía que la necesaria para la aplicación. Este análisis mostró un potencial de reducción de aproximadamente 30% en el consumo de energía eléctrica.
A través del intercambio de información entre las áreas técnicas de WEG y de Embraco, la solución fue la sustitución de los motores viejos por motores WEG con líneas de alta eficiencia W22 IR3 Premium y Súper Premium W22 IR4, impulsados por inversores de frecuencia CFW700 y CFW11, integrado a un transductor de presión. Estas líneas de motor tienen niveles de eficiencia superior al requerido por la Ley de Eficiencia Energética de Brasil, lo que contribuye al ahorro de energía y el uso racional de los recursos naturales.
El proyecto también abarca un mayor control de flujo del sistema de distribución de aceite antes hecho por medio de válvulas manuales. Este método conducía a una presión inestable en el sistema y el consumo de energía innecesario, ya que la demanda de trabajo de las máquinas varía. Pero con el sistema optimizado, la presión se hizo estable y proporcional al consumo de la producción de energía.
Según el Sr. Ricardo Samistraro, la sustitución de los motores viejos con modelos de alta eficiencia, junto con el sistema de automatización, no sólo redujo el consumo de energía, sino que también superó el esperado, permitiendo 47% de ahorro, equivalente a 2,227,286 kWh / año, aproximadamente la mitad de lo consumido anteriormente en las plantas de aceite. Otro beneficio se logró en términos de competitividad, pues Embraco pasó a producir la misma cantidad de compresores utilizando menos energía. "Renovación tecnológica de los equipos, ahorro significativo de energía y el funcionamiento de alta fiabilidad han sido las principales logros alcanzados."