Un sistema automatizado de extracción y filtración instalado en una de las fundiciones de WEG en Brasil está produciendo beneficios medioambientales y económicos. Este sistema automatizado ha obtenido una reducción de las emisiones de CO2 de 23,68 toneladas por año, lo que representa una reducción del 53% con respecto a las emisiones previas de la fundición, y un ahorro del 50% en el consumo de energía del sistema de extracción. Con el fin de ilustrar el significado de estas reducciones, cabe indicar que se necesitan cinco árboles para absorber cada tonelada de CO2 de la atmósfera, por lo que se necesitarían 118 árboles cada año para absorber la cantidad de CO2 que la iniciativa de WEG consigue eliminar de sus emisiones.

Esta nueva solución de WEG puede aplicarse a cualquier sistema de extracción que emplee filtros de bolsa, y forma parte de la política de la empresa en materia de protección del medio ambiente. Crucialmente, esta misma solución está siendo evaluada también para aplicaciones en los sectores del cemento, el aluminio y el acero.

Acerca del sistema de extracción

El sistema de extracción de WEG opera en la fundición 24 horas al día, 269 días al año. No obstante, debido a las variaciones y la demanda del proceso, hay por lo menos tres rectificadoras en la fundición que están inactivas durante aproximadamente 12 horas al día, lo que resultaba en una extracción innecesaria para estas máquinas.

Una combinación de productos WEG ha permitido obtener una solución de este problema. En primer lugar, un motor eléctrico WMAGNET de imanes permanentes ofrece un ahorro energético en el sistema de extracción; diseñado para desarrollar un par constante en toda su gama de velocidades, el motor WMAGNET mantiene el sistema de extracción dentro de sus parámetros de trabajo normales. Y el segundo elemento de esta combinación es el regulador de presión DPFREG20 que permite controlar el sistema de extracción.

WEG, en colaboración con la empresa Renner Têxtil, ha extendido la vida útil de las bolsas de filtro empleadas en el sistema de extracción. Esto se ha conseguido con el empleo de fibras sintéticas más resistentes para la fabricación de las bolsas. Además, a la mejora de la vida útil contribuye también la optimización de la regulación de la presión y el caudal del proceso, lo que permite minimizar los daños a los filtros y reduce las emisiones de partículas a la atmósfera.

Este aumento de la vida útil de los filtros y las reducciones de los costes de mantenimiento y del consumo energético obtenidos con esta solución son todos factores cruciales que pueden aplicarse a muchos otros sectores, particularmente en la actualidad, con los precios elevados de la energía y la enorme competencia global existente que exigen cada vez mayores reducciones de los costes.