En la infraestructura de generación eléctrica, los transformadores juegan un papel fundamental para satisfacer las variadas demandas residenciales, comerciales e industriales. Sin embargo, debido al uso prolongado y a las duras condiciones de funcionamiento con el tiempo, este equipo inevitablemente se desgasta. En estas situaciones, el servicio de reparación de transformadores es fundamental para alargar su vida útil y optimizar la eficiencia energética.

En ese contexto, WEG realizó el servicio de renovación de un transformador de 210MVA de potencia y 230/13,8kV – con interruptor libre de tensión, fabricado en 1975 y que estaba en funcionamiento desde entonces. Los equipos pertenecen al cliente ENGIE y componen la Usina Hidroeléctrica Salto Osório, ubicada en São Jorge d'Oeste, estado de Paraná, Brasil.

En el proceso de reparo, se restauran los componentes desgastados y se reemplazan las piezas defectuosas, lo que resulta en transformadores revitalizados y listos para ofrecer un rendimiento equivalente a los nuevos. Los servicios realizados incluyeron limpieza de la parte activa, modernización del sistema de canales de aceite central, secado de la parte activa en un sistema de Fase de Vapor (VP) con control de temperatura. Además, el tanque fue granallado y pintado, en el propio departamento de mecanizado de WEG, así como rigurosos procesos de inspección y pruebas de desempeño en laboratorio interno bajo estándares internacionales. Garantizando así un funcionamiento seguro y fiable, fundamental para evitar interrupciones en el suministro eléctrico.

En transformadores de alta potencia como este, la importancia de utilizar la Fase de Vapor en el proceso de finalización del reparo del transformador es fundamental. Durante este paso, la parte activa del transformador se calienta a una temperatura de 85°C. Esto es esencial, ya que la distribución de la temperatura en el aislamiento es importante para la calidad del secado, que debe ocurrir con una temperatura distribuida uniformemente, interna y externamente en el aislamiento. Luego se vuelve a apretar la parte activa y se coloca en el tanque, donde se realiza el proceso de vacío en el transformador y se llena con aceite nuevo.

Además de que la reparación de los transformadores es atractiva debido a una inversión reducida comparado con una sustitución completa de un producto nuevo, también existen otros puntos fuertes como el impacto positivo en la eficiencia energética y la personalización. Cada transformador puede ajustarse a las necesidades específicas del cliente, considerando características de carga, condiciones ambientales y criterios de eficiencia, asegurando que el equipo reparado opere confiablemente dentro del sistema eléctrico en el que está insertado.